lunes, 29 de agosto de 2011

Triunfo en Perspectiva

Texto: Sergio Mejía Castro
Imágen: Karlos Velazquez

El PRI gobierna ahora 19 estados —las dos terceras partes del país, contra seis del PAN , cuatro del PRD, y tres de la alianza PAN/PRD, que juntos suman la otra tercera parte.

Conviene recordar que en 2003 el PAN perdió Sonora, Campeche, Colima y el estado de Nuevo León que había ganado antes con Fernando Canales como gobernador, y triunfó también en Querétaro, que ratificó, y en San Luis por primera vez: de esos 6 se quedó 2.

En el Estado de México, Jalisco, Guanajuato, Morelos y Distrito Federal hubo además elecciones para presidentes municipales y diputados locales. El PRI vuelve a ser allí el gran triunfador, de manera particular en el Estado de México, donde de las 125 alcaldías gana 92, contra las 53 que antes tenía; el PRD gana sólo 11 de las 39 que administraba; el PAN 13 de las 27; el PT 6 de las 4 y Convergencia se queda con las mismas.

El PAN pierde el corredor azul (Cuautitlán-Izcalli, Naucalpan, Tlanepantla…) y el PRD el oriente del estado (Netzahualcóyotl, Texcoco…). Otro caso notable es el de Guanajuato, donde de las 46 alcaldías el PAN contaba con 36 y ahora sólo tiene 24, mientras que el PRI pasa de 7 a 16.

Hay dos variables o razones para dar cuenta del nuevo mapa político del país; las internas o que son propias al comportamiento de los partidos, y las externas, relacionadas con el entorno.

En el triunfo del PRI intervienen cinco factores: el voto de castigo al gobierno; la repartición equilibrada de su voto en todo el país; la buena elección de candidatos; la capacidad para negociar y evitar rupturas; el apoyo de los gobernadores y el desempeño de la maquinaria del partido.

En la derrota del PAN son también cinco los elementos: el voto de castigo al gobierno; la mala repartición del voto en todo el país; la mala elección de candidatos; las rupturas y tensiones no resueltas que provocó el nombramiento de los candidatos; el débil desempeño de la estructura del partido y de sus gobernadores afiliados.

En la derrota del PRD intervienen cuatro factores: los conflictos internos y la división del partido; la campaña de López Obrador en apoyo de otros partidos; la mala elección de candidatos; una estructura de partido que ya no responde a las exigencias y realidad electoral del país.

En cuanto al entorno, la crisis económica internacional y sus repercusiones en México jugaron en contra del partido en el gobierno. El voto de castigo al gobierno y al PAN como protesta por el desempleo y la pérdida del poder adquisitivo resultan evidentes. El electorado reclama también los niveles de violencia que existen en el país; la campaña publicitaria de Los Pinos que resalta la lucha y la guerra en contra el crimen organizado no funcionó como se esperaba.

Un elemento mas a considerar, como lo propone Jorge Castañeda, es la presencia de las clases medias mexicanas, demografía superior a 60 % de la población y donde se concentra el grupo mayoritario de los electores activos. Sin duda quien mejor entendió la presencia y las necesidades de este nuevo electorado de clase media fue el PRI.

En esta elección supo dirigirse a ellos y cosechar el voto de castigo contra el gobierno.

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