Texto: Sergio Mejía Carrera
Imagen: revólver
Ningún suceso político es aislado, éste corresponde a una serie de causas y, al mismo tiempo, se acompaña de otros eventos que al relacionarlos tejen una entramada histórica.
En el Oriente Medio, la falta de desarrollo y las condiciones de pobreza orillaron a sus individuos a manifestarse en contra del manejo interno de los gobiernos existentes. Túnez, Jordania, Yemen, Bahréin, Líbano y por supuesto Egipto en donde 40% de la población subsiste con dos dólares por día, mientras las cuentas bancarias de Hosni Mubarak son multimillonarias.
En el Oriente Medio, la falta de desarrollo y las condiciones de pobreza orillaron a sus individuos a manifestarse en contra del manejo interno de los gobiernos existentes. Túnez, Jordania, Yemen, Bahréin, Líbano y por supuesto Egipto en donde 40% de la población subsiste con dos dólares por día, mientras las cuentas bancarias de Hosni Mubarak son multimillonarias.
La pobreza, la represión, la nula democracia y la falta de desarrollo constituyen sólo una de las aristas que configuran su realidad, pues no debemos perder de vista la riqueza petrolera que poseen los países árabes.
¿Libertad o Colonialismo?
Libertad: Éste es apenas el comienzo de una transición que nadie sabe cómo terminará. Sólo queda la idea entre los manifestantes, de la construcción de un Estado democrático en donde los individuos se asuman como ciudadanos libres y sea reconocida su participación, con todo y que la construcción de un Estado democrático, pasa por circunstancias heterogéneas que pueden chocar con aquello que los estados modernos llaman Estado de derecho.
Colonialismo: El objetivo de la intervención es apoderarse del petróleo árabe, una típica intervención colonialista. Desde una “Teoría de la Conspiración” los rebeldes son manipulados por el imperialismo y como tales constituyen la punta de lanza de una ofensiva neocolonial, en la que Gadafi encarna la lucha por la soberanía y la independencia nacional de Libia.
Colonialismo: El objetivo de la intervención es apoderarse del petróleo árabe, una típica intervención colonialista. Desde una “Teoría de la Conspiración” los rebeldes son manipulados por el imperialismo y como tales constituyen la punta de lanza de una ofensiva neocolonial, en la que Gadafi encarna la lucha por la soberanía y la independencia nacional de Libia.
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