Rafael Ortega Ramirez
Se ha hablado y escrito a lo que llamaron, o mejor dicho, a lo expresado por partidos políticos la “Ley Peña Nieto”, que no tiene nada que ver con una autentica reforma que incluye a una sociedad que desea una mejor representación en el ámbito político y una preparación de aquellos que representan a ciudadanos para mejorar su calidad de convivencia y participación ciudadana.
Mucho se ha logrado con la participación de los actores, que a través del voto llegan a proponer y hacer que la sociedad tenga voz ante los gobiernos, cuyo objetivo es buscar el bienestar de los gobernados y hoy, con actores que no respetan sus propias convicciones y plataformas partidarias, que solo buscan vivir su dieta y coto del poder, deforman en una difusión el objetivo real y verdadero, como seguir viviendo del erario, impuestos que todos pagamos y solo por representarnos, cuestión que no hacen.
La Reforma Electoral que impide registrar a candidaturas comunes, significa el hecho de no permitir que un candidato vaya por varios partidos sin tener una real alianza como debe registrarse ante la autoridad legal y tratar de engañar a los habitantes del sector que pretende representar y lo peor es obtener presupuesto de cada partido que intente representar, lo que no puede ser, y sí puede ser, que este individuo celebre una alianza, y de acuerdo con la ley tenga un presupuesto legal y conforme a derecho compita democráticamente con principios y plataforma con cultura política, no con aberraciones de derecha e izquierda, no con vaciladas de cantaletas de fuera más de 70 años, no con aceite mezclado con agua, que no se da.
Con este avance que ha dado el Congreso Mexiquense a la Democracia del Estado, la sociedad ha puesto un ejemplo civil con respecto a tener mejores elecciones con mejores protagonistas que estén preparados cultural y profesionalmente, para desempeñar mejor su trabajo en beneficio de sus representados desde un distrito, delegación, municipio o bien de la gubernatura.
Tratan de validar alianzas, que según ellos, buscan una mejor sociedad, sin tener programas que eleven la calidad de vida, el bienestar social y la seguridad familiar, solo pretenden con demagogias, traducidas al español, mentiras y más mentiras, al grado que en sus consejos no permiten el libre y respetable pensamiento; ya lo estamos viviendo, imposiciones que no llevan a nada y vaya que tenemos casi diez años de no ver y tener un país pleno y con futuro.
Ya lo hemos visto en otros estados de la República, donde existe la democracia y que no da entrada a la candidatura común, cuestión que ha dado certidumbre a elecciones claras y transparentes, aquí en nuestro estado no se ve rumbo claro en esas alianzas y no por estar contra de ellas, porque si permite la ley electoral éstas, no a las candidaturas comunes que no tienen plataforma, sentido político y menos proyecto de bienestar social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario